Las disputas por las molestias que ocasionan los árboles en las parcelas vecinas están a la orden día, y más cuando estos tapan las vistas al mar. Y justo por una de estas disputas, un propietario de una casa de lujo en Nantucket, Estados Unidos, ha sido demandado por sus vecinos por 1,2 millones de euros. El hombre taló 16 árboles de la parcela para que su casa tuviera vistas al mar y así poder venderla más cara.
Según la demanda, recogida por el medio local ‘Nantucket Current’, el demandado Jonathan Jacoby, cortó 16 árboles de más de 50 años que sus vecinos, los Belford llevaban cuidando toda su vida. La familia asegura que no solo daban privacidad a su vivienda, sino que era su único refugio del ruido. Ahora, su casa está expuesta y ha perdido buena parte de su valor y su esencia.
“Los árboles eran una parte integral y madura del paisaje, plantados y cuidados por la familia Belford durante casi 50 años. Las acciones del talador no solo fueron perjudiciales económicamente, sino también emocionalmente devastadoras para Belford”, recoge la demanda. En ella solicitan 1,2 millones de euros que incluyen daños económicos, emocionales y punitivos. Y es que, según los peritos, replantar los árboles costaría casi medio millón de dólares, aunque la familia insiste en que hay cosas que el dinero no arregla.
Ni siquiera intentó pedir permiso para talar los árboles
Otro punto clave que destaca en la demanda es que Jacoby, ni siquiera intentó pedir permiso o presentar papeles que le autorizaran para talar los árboles de la parcela de sus vecinos. El paisajista que le ayudó con la limpieza del terreno tras la tala, declaró ante la policía que únicamente pararon en su tarea cuando apareció el administrador de la propiedad de los vecinos a preguntar qué estaban haciendo.
Fue este quien declaró además que “mucho de lo que les han arrebatado a los Belford es irremplazable y es repugnante”.
En el documento judicial se recoge además la intencionalidad de la acción “La extensión y la ubicación de la tala, a muchos metros del límite de la propiedad compartida, demuestran que no fue un error. Jacoby actuó intencionalmente y con el propósito específico de mejorar la vista al mar desde su propiedad ubicada en 3 Tautemo Way”.
Vender una vivienda con vistas al Atlántico
La finalidad de la poda de los árboles es clara, y no es otra más que lucrarse con la venta de su propia vivienda. Y es que en una zona de vivienda de lujo, una casa con vistas panorámicas multiplica su valor en el mercado.
Poco después de la tala, Jacoby ya había puesto su casa a la venta en una agencia inmobiliaria en la que se promocionaban sus nuevas vistas al Atlántico.
